Gastroenteritis: síntomas, tratamiento y dieta recomendada
La gastroenteritis es una de las afecciones más comunes en todo el mundo. Conocida también como “la gripe estomacal”, puede afectar a personas de todas las edades, causando molestias digestivas que pueden variar de leves a severas. Aunque muchas veces se trata de una enfermedad pasajera, es importante conocer sus causas, síntomas y formas de tratamiento, así como las mejores recomendaciones dietéticas para recuperarse lo antes posible.
Qué es la gastroenteritis
La gastroenteritis es una inflamación del revestimiento del estómago y los intestinos causada, generalmente, por una infección viral o bacteriana. En ocasiones, también puede deberse a parásitos, intolerancias alimentarias o reacciones adversas a medicamentos.
Entre los virus más comunes que causan gastroenteritis destacan el norovirus y el rotavirus, mientras que las bacterias más habituales incluyen Escherichia coli y Salmonella.
Principales síntomas de la gastroenteritis
Los síntomas de la gastroenteritis suelen aparecer de forma repentina y pueden variar dependiendo de la causa y la gravedad de la infección. Los más frecuentes incluyen:
- Diarrea acuosa (sin sangre en la mayoría de los casos).
- Dolor abdominal o calambres estomacales.
- Náuseas y vómitos, que pueden durar varias horas o días.
- Fiebre leve en algunos casos.
- Dolor de cabeza y malestar general.
- Fatiga o debilidad debido a la deshidratación.
La deshidratación es uno de los mayores riesgos asociados a la gastroenteritis, especialmente en niños pequeños, ancianos y personas con sistemas inmunológicos debilitados. Los signos de deshidratación incluyen sequedad en la boca, orina oscura o ausencia de orina, y sensación de mareo o confusión.
Tratamiento para la gastroenteritis
En la mayoría de los casos, la gastroenteritis viral desaparece por sí sola en unos pocos días. Sin embargo, existen medidas importantes para aliviar los síntomas y prevenir complicaciones:
1. Hidratación adecuada
La prioridad es reponer los líquidos y electrolitos perdidos a causa de la diarrea y los vómitos. Algunas opciones recomendadas son:
- Agua en pequeños sorbos frecuentes.
- Sales de rehidratación oral disponibles en farmacias, que contienen electrolitos esenciales como sodio y potasio.
- Caldos claros para aportar líquidos y minerales.
- Infusiones suaves, como el té de manzanilla o menta, que ayudan a calmar el estómago.
2. Descanso
Permitir que el cuerpo se recupere es fundamental. Evitar el esfuerzo físico y descansar durante los episodios de gastroenteritis ayuda a que el sistema inmunológico combata la infección.
3. Medicación
Aunque no siempre es necesaria, se pueden usar medicamentos en casos específicos:
- Antipiréticos, como el paracetamol, para reducir la fiebre o el malestar general.
- Antidiarreicos, como la loperamida, pero siempre bajo recomendación médica, ya que pueden no ser apropiados en infecciones bacterianas.
- En infecciones bacterianas graves, puede requerirse antibióticos, pero deben ser recetados por un médico tras confirmar la causa.
Dieta adecuada durante y después de la gastroenteritis
La alimentación juega un papel clave en la recuperación. Tras los primeros días de malestar, cuando el estómago se estabiliza, es importante seguir una dieta que sea suave, nutritiva y fácil de digerir.
1. Qué comer durante la gastroenteritis
- Alimentos bajos en fibra: El arroz blanco, la pasta y las patatas cocidas son fáciles de digerir y ayudan a asentar el estómago.
- Plátano maduro: Rico en potasio, es ideal para reponer electrolitos. Además, su textura suave facilita la digestión.
- Manzana cocida o rallada: Contiene pectina, que ayuda a reducir la diarrea.
- Caldo de pollo o verduras: Aporta líquidos y electrolitos esenciales.
- Pán blanco tostado o galletas saladas: Son ligeros y no irritan el estómago.
2. Qué evitar
- Alimentos ricos en grasas, como frituras, embutidos o salsas.
- Productos lácteos (especialmente leche entera), ya que la lactosa puede ser difícil de digerir durante la enfermedad.
- Cítricos y alimentos ácidos, como naranjas y tomates, que pueden irritar el estómago.
- Azúcares refinados presentes en dulces o bebidas azucaradas, que pueden empeorar la diarrea.
- Bebidas gaseosas o con cafeína, que irritan el sistema digestivo.
3. Alimentos para la recuperación
Una vez que los síntomas comiencen a remitir, se pueden introducir alimentos más variados y ricos en nutrientes:
- Proteínas magras, como pollo o pescado hervido.
- Verduras cocidas, como zanahorias o calabacín, que son suaves para el estómago.
- Probioticos naturales, como yogur sin azúcar o kéfir, para restaurar la flora intestinal.
- Frutas suaves, como pera o melocotón, preferiblemente cocidas o en compota.
Prevención de la gastroenteritis
Aunque no siempre se puede evitar, hay medidas que pueden reducir significativamente el riesgo de padecer gastroenteritis:
- Higiene de manos: Lavarlas con agua y jabón antes de comer, después de ir al baño y al manipular alimentos.
- Consumo de alimentos seguros: Asegurarse de que los alimentos estén bien cocidos y evitar consumir productos perecederos fuera de casa.
- Evitar agua contaminada: En viajes a lugares con saneamiento deficiente, optar por agua embotellada y evitar hielo en las bebidas.
- Vacunación: En el caso de los niños pequeños, la vacuna contra el rotavirus puede prevenir infecciones graves.
Información adicional relevante
- Niños y ancianos: Estos grupos son más vulnerables a la deshidratación severa, por lo que deben recibir atención especial si presentan síntomas de gastroenteritis.
- Signos de alerta: Si la diarrea o los vómitos persisten más de 3 días, hay fiebre alta, sangre en las heces o signos de deshidratación grave, es fundamental acudir al médico.
- Remedios naturales: Aunque no sustituyen al tratamiento médico, infusiones de jengibre o menta pueden ayudar a aliviar las náuseas.
Conclusión
La gastroenteritis es una afección molesta pero, en la mayoría de los casos, de corta duración. Con una hidratación adecuada, una dieta suave y un poco de paciencia, la recuperación suele ser rápida. Incorporar alimentos fáciles de digerir, reponer líquidos y descansar son los pilares para superar esta condición.
Mantener una buena higiene y seguir hábitos saludables puede ayudarte a prevenir futuros episodios. Si bien es incómoda, la gastroenteritis también es una oportunidad para recordarnos la importancia de cuidar nuestro sistema digestivo. ¡Cuida tu salud y recuerda siempre escuchar a tu cuerpo!
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